I Escuela Doctoral Iberoamericana de Estudios Sociales y Políticos sobre la Ciencia y la Tecnología
Caracas, 2010
Presentación (fragmento)
Los estudios sociales de la ciencia y la tecnología en Iberoamérica constituyen un campo dinámico y en crecimiento avanzando hacia su consolidación: redes de investigadores, programas de posgrado y centros de investigación, revistas especializadas, eventos nacionales y regionales. Incluso, algunos investigadores se han movido más recientemente de una posición de observadores distantes y críticos al papel de expertos en ingeniería social o asesores de los diseñadores de políticas de ciencia, tecnología e innovación
Aunque los estudios sociales de la ciencia y la tecnología se abren camino en la región, en términos comparados con otras regiones del planeta aún tienen un camino que recorrer. Nos enfrentamos a desafíos importantes, en diversas dimensiones, que deben perseguirse de forma sistemática: En primer lugar, la internacionalización, esto es mostrar y hacer más visibles fuera de la región los resultados de nuestra investigación y debatir concolegas de otras regiones del mundo. En segundo lugar, con el objetivo de lograr una plena consolidación del campo, debemos autoimponernos continuar fortaleciendo los estándares de investigación y metodológicos. Este es un camino que, una vez comenzado, no puede abandonarse, porque sólo la investigación más excelente, validada por los mecanismos usuales en cualquier campo académico, puede fortalecer el desarrollo cognitivo y metodológico de la disciplina a escala internacional. Por último, es indispensable formularlas agendas de investigación y proponer objetos de análisis que sean social y políticamente relevantes, en un compromiso ciudadano con nuestras sociedades, que aun enfrentan los problemas del desarrollo y la consolidación democrática. Estos desafíos (internacionalización, excelencia y relevancia) deben ser respondidos simultáneamente, ya que los tres son requisitos para la conformación de un campo de investigaciones maduro y, si se descuidara alguno de ellos, el proyecto quedaría seriamente comprometido.
Los estudios sociales de la ciencia y la tecnología tienen también desafíos de orden cognitivo y de demarcación del campo, lo cual, por otro lado, es común a diversas regiones del planeta. Sin embargo, tal como hemos venido predicando desde hace algunas décadas, las interacciones con campos «vecinos» no pueden sino enriquecer las visiones y métodos que se ponen en juego en el estudio de la ciencia y la tecnología como objeto. Así, es de gran provecho incorporar los aportes, por ejemplo, de los estudios sobre la cultura, sobre saberes tradicionales, sobre la economía del conocimiento, la museología, la historia social, los estudios bibliométricos, o los trabajos de economía del cambio tecnológico o gestión de la innovación, entre otros. Al mismo tiempo, resulta útil preguntarnos, simétricamente, qué aportes pueden hacer los estudios sociales de la ciencia y la tecnología a otros campos de investigación de las ciencias sociales. El grado en que las interacciones se produzcan y se aprenda de disciplinas muy dinámicas será sin duda una medida del éxito del proyecto de consolidación singular…